El quimérico inquilino

Me da la nariz tronchada de Jack Nicholson, la que lucía en Chinatown, que al conspicuo Almodóvar le obligan oscarizados débitos cuando se solidariza con un pederasta violador. Supuesto. Que, por cierto, entre insalvables muros coronados por cactus de acero, de poco le pueden servir las escalas de El Pianista.