Juan Muñoz: oda al individualismo



La obra de Juan Muñoz mucho me recuerda a las multitudes de Juan Genovés (aunque quizás al revés sea más correcta la frase). Este último no sólo las esculpió, también las pintó. ¿Qué os evoca su obra? Para mí es una especie de retrato de la miseria humana, quizás una reivindicación del individualismo. Esta preciosa foto, detalle de un grupo, es cortesía de mi compañero Iñaki Andrés, que cubrió ayer la inauguración de la última retrospectiva dedicada a Muñoz en el Guggenheim de Bilbao.

esta u es un iglú..

En Igloo 'If che hoar-frost grip thy tent, thou wilt give thanks when night is spent' (Ezra Pound), las palabras de neón se enroscan en la mitad inferior de una escultura de alambre que adopta la forma de cúpula que presenta un iglú. Se trata de unas palabras tomadas de un poema de Ezra Pound; en una caligrafía que remeda la de un manuscrito, se lee lo siguiente: «If the hoar-frost grip thy tent, thou wilt give thanks when night is spent» [«Si la escarcha hace presa en tu chabola, gracias has de dar cuando la noche termine»]. Según el artista, su «obra de neón cobró existencia en calidad de luz, o de barra de luz que atraviesa los objetos y los destruye en términos de la propia idea del objeto». Merz concibió la forma del iglú en 1968 en tanto armadura que no sobresale, que no es plana, que no es geométrica, para servir de sopor­te a materiales tales como la tela, la arcilla, las pie­dras o el cristal y para transmitir «la idea de un espacio absoluto, contenido en sí mismo». Al adoptar la forma de un hogar, de un espacio habi­table, la escultura en forma de iglú se presenta como algo indiviso, como un recinto hemisférico, como símbolo asimismo universal del habitáculo humano, en tanto que la escritura de neón actúa como complemento y antítesis de su materialidad irreducible. Los tubos de cristal reluciente dan vida a la escultura, ya que prestan forma lingüísti­ca a los procesos poéticos del pensamiento, mani­fiestos gracias a la interfaz existente entre luz y lenguaje..."Anne Rorimer: Minimalismo, arte povera, arte conceptual. Reflexiones sobre la Colección Herbert. (Colección Herbert. Obras y documentos, Catálogo MACBA, 2006)
Después de todo, el muerto, al que Anubis el chacal había embalsamado para el eterno viaje a la otra vida, llego a su destino.
Pero no lo hizo de la mano de Isis y jamás llego a ser cegado por Amón, el Dios Sol. El polvo de hueso y asfalto de embalsamar que quedo después de la descomposición de su momia, se convirtió en pigmento y después en color marrón de pintura de artista. Antes Piero de la Francesca, Botticelli, Andrea del Sarto, después Caravaggio, Tiziano, Rembrandt, Fragonard y Turner, los artistas lo utilizaron hasta que Monet, horrorizado, según la leyenda dio sepultura en su jardín de nenúfares, a los pies del puente japonés, a los tubos de marrón momia que le quedaban.
El egipcio que anhelaba la otra vida, se reencarno en pincelada de obra de arte y si tuvo la fortuna de escoltar en el lienzo al deslumbrante amarillo cadmio de Van Gogh, llegó a palpar el sol. Al final alcanzó la eternidad.



El color marrón se obtenía fundamentalmente con materiales del suelo. Ese era el caso del Marrón Van Dyck, derivado de una tierra compuesta de arcilla, óxido de hierro, mantillo y betún. El color Siena natural procedía de arcilla ferro-silícea, y el Siena quemada de tierras de Pozzuoli, en Italia. Desde el renacimiento hasta bien entrado siglo XIX era muy corriente utilizar el Marrón Momia, un pigmento formado por polvo de hueso y asfalto de embalsamar obtenidos durante la descomposición de las momias egipcias.
Ilustración: La momia de Nefer-ii-n. Akhmim Mummy Studies Consortium.

Lágrima

Me gusta la palabra lágrima. Y también la obra de Man Ray; no conocía la mujer-violín y me ha fascinado. No sé si lo sabréis, pero este artista retrató a muchos de los personajes que suelo mentar en mi blog, entre ellos a Yves Saint Laurent, Coco Chanel e incluso al propio Balenciaga.
Creo recordar que en una secuencia de una película de Woody Allen -quizás, no estoy segura- aparecía una pareja discutiendo en su dormitorio y como cabecero de la cama les contemplaba esta foto. Confieso que haría lo que fuera por encontrarla, enmarcarla y ponerla en mi casa; a ver si pronto buceo en la web y doy con ella. Ahora bien, ¿os invoca tristeza o emoción? No sé, a mí a veces me sugiere la solemnidad estética de una virgen de Semana Santa...

Man Ray Vs. Joel Peter Witkin


Me lo ha recordado la pequeña b.